sábado, 14 de diciembre de 2013

Los analistas se descuelgan del sector eléctrico

Los analistas se descuelgan del sector eléctrico



La inseguridad jurídica y la incertidumbre son los principales factores que alejan a los gestores de las 'utilities' españolas, por encima del posible impacto en las cuentas o de la caída de las inversiones.

Los analistas se descuelgan del sector eléctrico

Incertidumbre. Es la palabra en boca de todos los analistas al preguntar cómo está el sector eléctrico español y cuál será el impacto en sus cuentas del último movimiento del Gobierno en torno al déficit de tarifa y la regulación de las renovables. Cuando la situación parecía estable, tras la última reforma llevada a cabo hace tan solo unos meses -en julio-, la enmienda introducida el viernes a última hora es un varapalo para las previsiones y los presupuestos de las eléctricas. Un descuadre en toda regla.


«No estamos desde hace tiempo en el sector eléctrico español porque no nos fiamos y el tiempo nos ha demostrado que es una decisión acertada», dice Ignacio Cantos, de Atl Capital. En el mismo sentido se pronuncia Luis Benguerel de Interbrokers. «El cambio en la ley del sistema eléctrico demuestra que hay que tener mucha prudencia a la hora de estar en valores regulados, porque cada nuevo Gobierno cambia las reglas». Para Miguel Viejo, socio de Accuracy, la inseguridad jurídica creada está alejando ya a los inversores de este sector. «Si además le sumamos la imagen de descoordinación vista en el propio equipo de Gobierno, la foto es muy clara», añade.

Y es que el ajuste del sector, que en teoría se iba a repartir entre el Estado, los consumidores y las compañías eléctricas, va a recaer finalmente sólo en estos dos últimos. Las tarifas de la luz podrían ver incrementos de hasta el 14 por ciento, según cálculos de las eléctricas, y las compañías se encuentran con que, de no titulizarse esta deuda, el impacto en las cuentas no va a ser pequeño. «¿Qué inversor va a comprar una 'utility' española con este precedente?», pregunta Cantos.

Mayores pérdidas

La negativa del Gobierno a financiar parte del déficit de tarifa para el 2013 vía presupuestos generales, «se traducirá en que los participantes del sector eléctrico asumirán más pérdidas de las esperadas», explica Humberto Santillana, socio de Grant Thornton. Puesto que el Fondo de Amortización de la Deuda Eléctrica (FADE) ya ha alcanzado el máximo de emisiones permitido por ley, el impacto en el balance de las compañías va a depender precisamente del instrumento que articule Industria para financiar este desfase.

«A raíz de la nueva regulación aprobada en julio, subimos nuestra recomendación del sector de infraponderar a neutral. Sólo estamos en las opciones más defensivas, en Gas Natural y Enagás, donde hay menos riesgo regulatorio. El resto aún tiene temas de regulación pendientes», dice Luis Padrón de Ahorro Corporación.

Endesa, con un pie fuera del Ibex

Según Padrón, la más afectada va a ser Endesa, no solo en términos de deuda, sino porque podría pagar el pato siendo expulsada del Ibex-35 cuando el Comité Técnico Asesor se reúna el próximo 12 de diciembre para revisar la composición del selectivo. Renta 4 también apuesta a que la eléctrica abandonará el parqué a favor de Bankia, pero en el mercado han resurgido los rumores de que podríamos llegar a ver una OPA de exclusión.

«La deuda de Endesa va a aumentar un 57,2 por ciento más, mientras que Iberdrola y Gas Natural, con un incremento del 4,6 y del 3 por ciento, notarán un impacto menor», apunta.

Ignacio Cantos, de Atl Capital, coincide en esta idea. «La sacarán del Ibex. Estoy seguro. Está en los puestos de cola y es una compañía que al final tiene un 6 por ciento de 'free float'. Es cierto que por capitalización es muy grande pero con la liquidez que tiene, me parece ridículo que haya seguido en el Ibex».

Benguerel aporta más motivos para estar fuera de Endesa. «Su matriz, Enel, no está invirtiendo nada en España y además ha eliminado el dividendo, que era uno de sus pocos atractivos. Se puede entrar y salir de ella por factores puramente técnicos, pero no por compañía», comenta Benguerel. El análisis para el resto de las empresas implicadas en el cambio del Gobierno queda así:

  • Red Eléctrica. Es la más regulada de todo el sector y hay cierto miedo de que se recorte aún más la remuneración a las redes de transporte.

  • Acciona. De todo el sector eléctrico Atl Capital sólo tiene presencia en este valor y no demasiado, un 1 por ciento, pero «jugando al rebote. La hemos comprado a unos niveles un poquito más bajos esperando que suba ligeramente para deshacer posiciones».

  • Iberdrola. El impacto de la medida es mucho más bajo. Su deuda aumentaría un 3,6 por ciento en el caso de que la deuda no se titulice. El problema es que no está definido cómo va a salir de balance y hasta entonces la financiación corre a cuenta de las eléctricas.

  • Enagás. Es la única que gusta a Atl Capital para mantener a largo plazo. «Le han reducido su rentabilidad al mínimo, un 6,5 por ciento, y ya ha avisado de que si le bajan aún más la rentabilidad de los proyectos dejará de invertir en la red española».


Fuente: Cristina J. Orgaz (Inversión y Fianzas)




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