La patronal asegura que el Gobierno resta competitividad a las empresas por los costes eléctricos
La patronal española de la industria siderúrgica, Unesid, acusa al Gobierno español de perjudicar a la industria y a la economía española para centrarse exclusivamente en salvar a las compañías eléctricas y a las entidades financieras. Según los datos que maneja la industria, el acumulado de la subida de las tarifas energéticas desde el inicio de la crisis, en 2008, ronda ya el 40%.
La subida de la factura eléctrica se ha convertido en uno de los mayores problemas de la industria española en general y de la siderurgia, como gran consumidor, en particular. El impacto ha sido de tal magnitud que ni siquiera la propuesta del Gobierno de aplicar una exención del impuesto especial de la electricidad del 85% a varios sectores industriales -como el acero, el aluminio, la metalurgia y el cemento-, ha servido para calmar los ánimos. "No es ni un caramelo que sirva para endulzar. Si acaso, una gominola y pequeña", llegaron a afirmar fuentes de la patronal siderúrgica en una conversación informal.
"Las reformas del mercado eléctrico español del último verano han hecho que los costes de acceso a la tarifa industrial se encarezcan por encima del 20%, lo que en el caso de la siderurgia supondrá un aumento de la factura final de cerca de un 4% solo en la potencia contratada", afirma Unesid basándose en datos de la Asociación Española de Exportadores de productos e Instalaciones Siderúrgicas (Siderex). Es más, "el acumulado de subida de tarifas energéticas ronda el 40% desde 2008 para la industria", añadió.
El director general de la patronal de las empresas siderúrgicas españolas, Andrés Barceló, no escatimó en críticas al Gobierno: "La política económica del Gobierno español pone en evidencia que el Ejecutivo, en vez de salvar la economía española, ha decidido salvar al sector eléctrico y a las entidades financieras". Estas duras críticas no son las primeras que Unesid lanza contra el Gobierno central, al que ya acusó de "condenar" al sector al restar competitividad a la industria nacional respecto de sus competidoras, que disfrutan de costes eléctricos muy inferiores. A esto se suma la penalización a la interrumpibilidad.
Barceló participó esta semana en unas jornadas organizadas por Siderex en Bilbao con el título Retos de la siderurgia en las que arremetió también contra los sobrecostes que suponen para la industria las regulaciones medioambientales de la UE, que calificó de "horribles". Añadió incluso, según Unesid, que las directrices contra el cambio climático son "la segunda mayor tropelía de Europa al sector industrial". Como ejemplo Barceló incidió en que las normativas europeas tienen "un impacto del 35% sobre el beneficio bruto de explotación (Ebitda) de la industria", según datos de un estudio europeo sobre los costes de las regulaciones.
Precisamente, los últimos cambios en el régimen de interrumpibilidad, en los mínimos de consumo para acceder a las distintas bonificaciones en la tarifa eléctrica, provocaron que Megasa se plantee cerrar la fábrica que tiene en Narón y despedir a sus 190 empleados. La nueva norma de interrumpibilidad beneficia a la principal competidora de Megasa, la catalana Celsa, que puede producir un 75% más barato gracias a que recibe unas bonificaciones muy superiores.
Fuente: Opinion A Coruna
Fuente: Opinion A Coruna
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