Una de las causas más habituales de disparos intempestivos de diferenciales en instalaciones de baja tensión es el coloquialmente denominado “disparo por simpatía”. Estos disparos consisten en la apertura simultánea de uno o varios dispositivos diferenciales que protegen salidas en paralelo de la misma instalación. En este caso se puede decir también que se ha perdido la selectividad horizontal entre diferenciales. Este fenómeno se debe principalmente a las corrientes de fuga que circulan a través de las capacidades de las instalaciones. Estas capacidades pueden tener dos orígenes: Cuando en una instalación se generan corrientes de fuga de alta frecuencia o transitorios de corta duración, hallan poca resistencia de paso a través de las capacidades anteriores. Los cables, por su constitución, presentan una parte activa (conductor) y una parte no activa (aislante). Si este cable se encuentra al lado de un conductor de protección (cable de tierra), las únicas resistencias o impedancias que existen entre la parte activa y tierra, son el aislante de los conductores activo y de protección (este aislante actuará como dieléctrico ) y el aire. Esta constitución es análoga a la que presenta un condensador, que contiene un dieléctrico entre las armaduras o partes conductoras. Por lo tanto podemos decir que un cable, respecto a tierra, presenta el mismo comportamiento que un condensador . Cuanto mayores sean las longitudes de los cables en las instalaciones, mayores serán las capacidades de dichos cables respecto a tierra repartidas por toda la instalación. La capacidad de las líneas depende de la sección de éstas y de sus longitudes, así como del tipo de aislante o dieléctrico que presenten por fabricación. Como capacidades que son, la impedancia que presentan respecto a tierra, variará en función de la frecuencia de la corriente. Así tenemos que a mayor frecuencia, la impedancia capacitiva disminuirá, con lo que las corrientes de fuga capacitivas a tierra aumentan. Por lo tanto, en instalaciones donde tengamos receptores que generen corrientes de fuga permanentes de alta frecuencia, éstas circularán en su mayor parte por las capacidades hacia tierra para retornar por el neutro del transformador que cerrará el circuito con las fases. El valor de estas corrientes de fuga capacitivas, por lo tanto, dependerá básicamente del valor de las capacidades presentes en cada instalación y de la frecuencia de la misma corriente. Estas capacidades también presentan el mismo comportamiento ante fugas transitorias de muy corta duración (del orden de s). Estas fugas transitorias pueden ser originadas por sobretensiones de varios tipos (origen atmosférico, conexión de circuitos, fusión de fusibles, etc.), y su comportamiento es similar a una alta frecuencia permanente, aunque sea de muy corta duración. Estas fugas que retornan por las capacidades de los circuitos, pueden circular de forma desequilibrada y con una intensidad eficaz lo bastante elevada como para originar disparos intempestivos de las protecciones diferenciales. Como se decía al inicio de este apartado, este fenómeno puede provocar el disparo intempestivo simultáneo de varios diferenciales que protegen circuitos en paralelo, que estén instalados aguas abajo de un mismo embarrado o línea, con lo que no queda garantizada la “selectividad horizontal”. La selectividad horizontal pretende garantizar que únicamente dispare el diferencial que se ve sometido al defecto o fuga, sin perturbar el comportamiento de los restantes diferenciales que estén en paralelo con éste. Estos dispositivos diferenciales pueden tener unos tiempos de retardo tr idénticos entre sí. No obstante, la selectividad horizontal puede verse perturbada por los efectos de las capacidades en las instalaciones que originan los disparos por “simpatía”. Dos ejemplos: La apertura de Db, situado sobre el circuito de alimentación de un receptor R que pueda generar una sobretensión (ej.: soldadura), provoca una sobretensión sobre la red. Esta sobretensión implica sobre la salida A, protegida por Da, la aparición de una corriente capacitiva a tierra. Esta corriente puede deberse a las capacidades parásitas de los cables o a un filtro capacitivo puesto a tierra. Una solución: el diferencial de Db puede ser instantáneo y el de Da debe ser temporizado. La presencia de capacidades bajo la salida A puede provocar: El empleo de los diferenciales temporizados es necesario muchas veces para paliar los disparos intempestivos provocados por las sobretensiones generadas por rayos o por maniobras de aparatos. Se debe considerar que, para una configuración tal, la temporización del diferencial (Da) es indispensable puesto que, a la puesta en tensión del circuito A, las capacidades (parásitas o no) provocan la aparición de una corriente diferencial oscilatoria amortiguada. A título indicativo, una medida efectuada sobre un gran ordenador que dispone de un filtro antiparásitos pone de manifiesto una corriente de estas características: Un defecto franco de aislamiento en la fase 1 de la salida B pone esta fase al potencial de tierra. La corriente capacitiva suministrada por la salida A, de gran longitud, va a provocar “por simpatía” el funcionamiento del diferencial correspondiente Da. Este fenómeno se produce en todos los regímenes de neutro, pero afecta principalmente a las redes en esquema IT. En resumen, para evitar estos problemas es muy recomendable tomar las siguientes precauciones a varios niveles: En circuitos para alimentar tomas informáticas, por ejemplo, hay que minimizar el número de líneas por debajo de cada diferencial. Para efectuar la protección de cabecera de circuitos de potencia, el relé diferencial con toro separado Vigirex RHU de Merlin Gerin es la solución que actualmente permite conseguir la máxima continuidad de servicio para la protección de circuitos capacitivos, ya que dispone de la máxima autoprotección contra disparos intempestivos. |
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martes, 4 de septiembre de 2012
Disparos intempestivos de diferenciales en instalaciones BT
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