LA REFORMA ENERGÉTICA
El 12 de Julio del
2013 el gobierno aprobó el RDL 9/2013 por el que se adoptan medidas urgentes
para garantizar la estabilidad financiera del sistema eléctrico.
Las medidas incluidas en el RDL se enfocan en paliar los
efectos financieros negativos de unas decisiones erróneas adoptadas por una
serie de gobiernos, tanto de un partido como del otro, desde el año 2003.
Los gobiernos de turno permitieron la creación y crecimiento
exponencial de lo que se ha llamado el déficit de tarifa. Se trata de aquella
diferencia entre, lo que durante una serie de años ha costado generar y llevar
la electricidad a los puntos de consumo y lo que realmente se ha pagado por la
energía eléctrica por los consumidores que ha sido menor que lo que realmente
ha costado. El déficit está a punto de llegar a la cantidad de 28.000 millones
de euros.
Equivocaciones políticas, unos tras otros en el sector
eléctrico, nos llevan a la cantidad anterior, pero alguien y/o en algún momento
había que pagar.
Ahora los errores del gobierno, después de esta mal llamada
reforma eléctrica y otras disposiciones legislativas en los últimos años, son
principalmente pagados por inversores que confiaron en el marco legal y en la
seguridad jurídica de un estado que era considerado como serio, y por supuesto
los ciudadanos que le dimos la confianza en las urnas.
• Se
penaliza a los inversores en energía renovable
• Se
penaliza a inversores en plantas de ciclo combinado de turbina de gas
• Se
penaliza a empresas distribuidoras y transportistas
• Se aborta
la posibilidad del autoconsumo
• Se
desincentiva la eficiencia energética al aumentar los costes fijos y reducir
los variables de la tarifa de acceso de terceros a la red (peajes por usar las
redes eléctricas)
Lo que no se hace, es el problema del coste:
• Analizar
los precios mayoristas de Electricidad.
• Fomentar
medidas para gestionar la curva de carga los propios consumidores, ajustando su
perfil de consumo.
• Facilitar
crédito a la eficiencia energética que permita a consumidores reducir su
consumo y con dicho ahorro financiar la inversión.
• Romper el
oligopolio y el control abusivo de las Grandes Eléctricas.
• Legislar
realmente y buscando el acercamiento a Europa, el Balance energético o Autoconsumo.
• Dejar que
fluya la inversión de todas índoles para que el sector eléctrico y la propia
sociedad se beneficie de dicho flujo económico.
• Legislar
desde el sentido común y no político, y por supuesto velar por los intereses de
la sociedad, personas y no por sociedades
anónimas que velan por sus intereses, y no dudan en contratar a los
legisladores una vez están fuera de su cargo.
• Escuchar
y comprender las partes, justificando las propuestas y analizando resultados.
• etc…
Por tanto la llamada reforma comienza con más críticas y
rechazo de lo que se esperaba y con menos calado del necesario.
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