viernes, 23 de julio de 2010

Geotermia

La "geotermia solar" aprovecha el calor almacenado en el suelo procedente del Sol. En España, a una profundidad superior a 5 metros, la temperatura del suelo es de unos 15° constantes, que sube 2° si se excava 10 metros más, y que alcanza temperaturas superiores conforme mayor es la profundidad alcanzada en sondeos; en este caso, es el propio núcleo terrestre el que proporciona la energía. Las "bombas de calor geotérmicas" (GHP en sus siglas inglesas) aprovechan este calor para calentar una vivienda en invierno, refrigerarla en verano y suministrar agua caliente sanitaria. También pueden calentarse piscinas.


Aunque son más caros que los sistemas convencionales, la inversión en una GHP se amortiza en un periodo de dos a cinco años, gracias a su gran ahorro de energía, según los expertos, que destacan asimismo el poco mantenimiento y su larga vida útil. Asimismo, se evita el riesgo de legionelosis de las torres de refrigeración, desaparece el ruido de ventiladores y el impacto ambiental de elementos en la fachada.

Es desde todos los puntos de vista, una energía limpia, que es además estable (no depende de la climatología).

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