EL PRESIDENTE DE REE, PARTIDARIO DE SACAR LOS COSTES SOCIALES DE LA TARIFA ELÉCTRICA PERO NO LAS PRIMAS RENOVABLES
José Folgado, presidente de Red Eléctrica de España, es partidario de sacar de la tarifa eléctrica los costes sociales –como las ayudas al carbón, las extrapeninsulares o los intereses de la deuda acumulada- y pasarlos a los Presupuestos Generales del Estado con objeto de avanzar hacia la eliminación del déficit de tarifa. Sin embargo, no considera necesario quitar también de la tarifa a la que hacen frente los usuarios eléctricos las primas que reciben las instalaciones acogidas al régimen especial, entre las que se cuentan las tecnologías renovables y la cogeneración y que hasta septiembre se acercaron a los 7.000 millones de euros. Según ha defendido el máximo responsable del gestor técnico del sistema eléctrico nacional en una reciente entrevista a una agencia de noticias, es mejor que este concepto se siga pagando a través de la tarifa eléctrica porque forma parte de los costes de generación.
En sus declaraciones, Folgado añadió que el "grave" problema del déficit tarifario, que supera los 24.000 millones de euros, no se puede solventar únicamente subiendo las tarifas a los consumidores, porque sería "injusto", ni cargándolo todo a las cuentas de las eléctricas, porque no podrían financiarlo y se hundirían.
Es por este motivo por el que, en su opinión, el Gobierno ha actuado con responsabilidad al optar por establecer una nueva fiscalidad para ayudar a financiar esta deuda energética. "A mi juicio, y estoy expresando una opinión personal que no sé si se va a llevar a cabo, sería muy bueno, como tercera pata complementaria para la solución de este problema, que todos aquellos gastos o fines que no están estrictamente relacionados con el mercado energético vayan a los Presupuestos Generales del Estado", aseguró el presidente de REE.
Entre estos gastos, citó las ayudas al carbón, el sobrecoste que supone generar electricidad en las islas, Ceuta y Melilla y los intereses que se pagan por el déficit de tarifa acumulado (unos 2.000 millones de euros al año).
"Si hay políticas que no son del propio mercado energético, sino que son sociales, que vayan a Presupuestos. No sería una cuantía exagerada", según el directivo, que fue secretario de Estado de Energía, Desarrollo Industrial y Pymes entre 2000 y 2004.
Folgado aclaró que el déficit de tarifa no obedece a un problema de falta de competencia, sino a las "distorsiones" que se crearon como consecuencia de la rapidez con la que crecieron las renovables por "un cambio normativo absolutamente inoportuno", en referencia al RD 661/2007 -que provocó el "boom" de la energía fotovoltaica-.
"Se trata de que ninguna empresa ni ningún colectivo social salga especialmente perjudicado y de que arreglemos entre todos un problema muy grave que tiene la economía española", aseveró Folgado, quien consideró que a medida que la economía y la demanda eléctrica se recuperen se allanará el camino para solventarlo.
Las previsiones de Red Eléctrica apuntan a que 2012 cerrará con una caída de la demanda de entre el 1,5 y el 2 %, corregidos los efectos de las temperaturas y del calendario, según explicó el presidente del gestor técnico del sistema eléctrico español. Asimismo, auguró que el año que viene "se irá viendo claramente un cambio en la situación económica, porque se está sembrando adecuadamente".
Este crecimiento traerá una mayor demanda de electricidad, que también se elevará porque España debe ir hacia una mayor electrificación para reducir su dependencia energética, que hoy es la que lastra la balanza comercial, opina Folgado.
Por otra parte, el dirigente recordó que su compañía mantiene un "fructífero diálogo" con el Gobierno para solventar los problemas generados por la decisión de paralizar la construcción de todas las instalaciones que no contaran con autorización administrativa con motivo de la revisión de la planificación energética 2008-2016.
En este sentido, declaró que "hemos hablado con el Gobierno y está bastante avanzado un proceso de selección de unas inversiones" que son necesarias para mantener un ritmo adecuado de inversión en infraestructuras energéticas, como la conexión de plantas renovables o el tendido para el tren de alta velocidad.
Respecto al futuro de Garoña, señaló que, desde el punto de vista de la política energética, sería un despropósito cerrar cualquier central nuclear porque el país las necesita en aras de la seguridad del suministro, la competitividad económica y la sostenibilidad ambiental.
"Estoy seguro de que el Gobierno es consciente de ello y de que el Ministerio de Industria verá la fórmula para lograr que Garoña pueda continuar", afirmó Folgado.
www.efe.es
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