El sector eléctrico tiene encendidas todas las alarmas ante la reforma que prepara el ministro de Industria, José Manuel Soria. El caballo de batalla es, una vez más, el polémico déficit de tarifa. Algo que se inventó como una especie de parche coyuntural y ha devenido en uno de los grandes dolores de cabeza de Gobiernos y empresas. El problema se llama ni más ni menos que 24.000 millones de euros. Y subiendo. Industria se ha puesto como meta acabar con él, advirtiendo que legislará tanto si hay consenso como si no lo hay. Lo que no está claro es el mecanismo que activará, más allá de una genérica declaración de que el coste se lo repartirán clientes, compañías y Estado.
Precisamente esta vaguedad ha hecho que proliferen ideas de lo más variopinto. La más llamativa es la posibilidad de hacer una quita a las eléctricas. Una medida de ese estilo tendría muy serios problemas en los tribunales y desencadenaría una batalla abierta con las empresas, tal y como ha reconocido Unesa. Ordenar el mercado energético y acabar con el déficit de tarifa ha de ser prioritario para Soria. Pero ha de moverse con rapidez, con claridad, atacando las bolsas de burbujas que se han creado en los últimos años y, sobre todo, preservando la imagen de que en España se sacraliza la seguridad jurídica y la estabilidad de un sector clave para la sostenibilidad económica. Si no lo hace así, corre el peligro de electrocutarse.
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
No hay comentarios :
Publicar un comentario